Las mujeres que son víctimas de violencia de género, sufren una gran presión para poder romper lazos con su agresor, produciéndoles así una gran dependencia económica.
Si a lo largo de su matrimonio, ellas tienen limitaciones inducidas por su pareja para generar ingresos, se ven obligadas a vivir del aporte económico de su marido. Si decidiesen rehacer sus vidas lejos de sus maltratadores, sin apenas haber trabajado y sin tener dinero propio, se convierte en una situación muy compleja dada la dependencia económica existente.
“La dependencia económica cronifica la violencia de género, probablemente sea una de las formas de violencia contra la mujer menos visible pero más cruel y cobarde que ejerce el maltratador contra ellas y contra sus hijos”, declaró Aarón Cano, concejal de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de València.
No obstante, cuando ya han podido dar el paso para la separación, se generan otras formas de violencia contra la mujer relacionadas con la economía. Ya no es necesario que el matrimonio viva junto para que el maltratador siga utilizando estrategias de opresión y control de la economía sobre ella. En este sentido, la negación del aporte económico hacia ella, sobre pagos que está obligado hacerle, supondría ser un ejemplo más de violencia hacía la mujer.
016, el teléfono contra el maltrato
El 016 es el teléfono contra la violencia machista. No deja rastro en la factura y atiende las 24 horas los 365 días del año en múltiples idiomas. En el 112 puedes recibir auxilio inmediato si vives algún episodio de violencia por parte de tu pareja o expareja